Presentación
Para aquellos que amamos la Historia, es fácil comprender la influencia que todo lo ocurrido anteriormente tiene en nuestras vidas. Cuando leemos los acontecimientos políticos, sociales o culturales del momento, muchas veces experimentamos esa extraña sensación de “esto ya lo he vivido”.
“De Isabel La Católica a Pablo Iglesias” es un ciclo de conferencias en el que, desde distintos puntos de vista, vamos a ir viendo cómo cada cosa que ocurre tiene su precedente en siglos anteriores, cómo en muchos, casos es una consecuencia lógica de lo anterior; cómo muchas veces es hasta previsible.
Quien busque saber cómo se llamaba, o con quién casó el tercer hijo de tal o cuál monarca, ahórrese su tiempo y su dinero. Quien quiera saber por qué cantaban quienes iban a morir en Cuba, Puerto Rico o Filipinas; por qué España es el único país que tuvo cinco guerras civiles en poco menos de un siglo; o por qué la infantería más gloriosa del mundo, la que más batallas ha ganado, es la que más guerras ha perdido, sea bienvenido.
Programa
1.- De ovejas, sabios y guerreros
A lo largo del período que ocupan los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II se produce el alumbramiento y primeros pasos de España. Mientras la península se estructura económica y socialmente, a través de cañadas, veredas y cordeles, salen de su aislamiento los territorios más alejados, se incrementa el comercio y la Hacienda Real experimenta un crecimiento exponencial. Crecimiento que le permite, entre otras cosas, expandirse al otro lado del océano. Pero que también permite la concentración en Salamanca de las más preclaras mentes del Renacimiento. Las mismas que cuestionarán cara a cara, al Emperador su derecho de conquista. A su vez, el progreso traerá a tierras castellanas a los más intrépidos militares o a los más audaces banqueros. Sin embargo, el oro de América disminuye su valor a medida que se aleja de la mina ¿Por qué?
2.- ¿Derecho de conquista o conquista del Derecho?
Frente a las corrientes indigenistas, reivindicativas o sencillamente fantasiosas, una sola pregunta ¿Por qué hay mestizaje en América? ¿En qué colonias de otros países europeos lo hay? La Reina Isabel La Católica declaró Hijos Menores de la Corona a los indios. Desde ese momento cualquier colono al que se le ocurriera poner la mano encima a un indio, esclavizarlo o abusar de su poder, debería enfrentarse al Poder Real, encarnado por las audiencias, chancillerías y capitanías de América. Que no eran cosa de broma, por cierto. Si hubo trabajo esclavo, que no lo hubo, pero sí en condiciones muy duras, no fue obra de los colonos sino parte de una institución anterior a la llegada de los españoles: la Mita. En virtud de la Mita, cada aldea, cada territorio del imperio de Teahuantisuyu, el imperio de las Cuatro Partes del Mundo, debía entregar anualmente un contingente de sus jóvenes al Inca, para trabajar en las minas. Pero eso ocurría también en Castilla con las levas anuales para el ejército. Y ya puestos a preguntar ¿Por qué nadie cuenta que las independencias de América no las buscaron ni las lograron los indígenas sino los criollos? Alguien debería informarse e informar de que eran estos quienes querían sacudirse del control de la Corona. Precisamente para poder esclavizar a los indios.
3.- La Monarquía Católica: Trento y la misión evangelizadora del ejército más poderoso del mundo
Si bien en cualquiera de los imperios que en el mundo han sido, el objetivo era engrandecer su nación y enriquecer a sus ciudadanos, el que fuera imperio más grande hasta la fecha conocido, tenía como objetivo la expansión de la Fe y la lucha contra la herejía. Todo ello incluso a costa de varias bancarrotas de la Hacienda Real, de la ruina de muchos de sus súbditos y del deterioro de una vida social y económica que podía haber sido de permanente florecimiento a lo largo de los siglos. Todo ello acompañado de una moral individual que requería el desprecio por el dinero y exigía gloria, honor, limpieza de sangre y sacrificio. ¿Valió la pena?
4.- El cambio de dinastía: la supremacía europea se juega en el tablero de España
Nunca hubo imperiales que defendían los fueros de nadie, ni borbones que venían a quitarlos. Las potencias europeas vieron la posibilidad de ocupar el hueco dejado en España por una dinastía en plena decadencia, y no dudaron en lanzarse a cobrar la pieza. Como tantas veces ha ocurrido posteriormente, en España quedaron rotas las familias, divididos los pueblos y enfrentados los vecinos. En cada reino, en cada villa y en cada pedanía había partidarios de ambos bandos y, como esto es España, denuncias, saqueos y cobro de cuentas pendientes. Nada nuevo, por otra parte. Pero que nadie se invente otra cosa.
5.- Con ellos llegó el progreso: los Borbones y la Ilustración
¿Alguna vez se ha preguntado por qué en España hay tantos pueblos que se llaman Villanueva de…? Es la época de la Ilustración. La repoblación de las grandes zonas despobladas, la creación de las reales fábricas, la fundación de las villas nuevas, de La Carolina, de La Carlota… Para ello hubo que “importar” a los más destacados científicos, ingenieros y arquitectos europeos. Pero también aquí tuvimos a auténticos genios en el diseño de fortalezas, de puertos y de ciudades. Sabios en el diseño de aparatos para la navegación, la artillería o la producción industrial. Pero además artistas y creadores convirtieron los palacios reales en el Camelot que tantas veces han soñado tener nuestros vecinos del Norte. Lo malo es que ellos lo sueñan y no lo tienen; y nosotros lo tenemos y ni siquiera lo imaginamos.
6.- Napoleón, Gran Bretaña, el bloqueo continental y la Guerra de la Independencia: Una vez más, Europa juega al ajedrez en la península
Una vez más, una monarquía decadente, una nobleza pastueña y un ejército abandonado por sus mandos, nos ponen en manos de cualquiera que quiera venir a tomar posesión de nuestras haciendas, nuestras vidas y nuestra dignidad. Pero esta vez va a ser distinto. Por vez primera existe España, existe la Nación. En cada pueblo y en cada ciudad surgen juntas de defensa. El pueblo español ha decidido defenderse a sí mismo. Prescindir de sus jefes y sus mandos. Cada individuo es ciudadano, libre e igual que los demás. El invasor solo tiene garantizado el control de las ciudades. De cada provincia salen diputados hacia Cádiz, a donde pueden llegar con mucha más facilidad que el ejército más poderoso del mundo. El pueblo declara la soberanía de “los españoles de ambos lados del océano”.
7.- El siglo de las guerras
El siglo XIX comienza con la lucha interna en la Dinastía, entre padre e hijo, la traición de los poderosos a su pueblo y la entrega del poder a Napoleón con la consiguiente guerra de independencia. Pasa por otras tres guerras dinásticas y concluye con una desmoralizante guerra de independencia de las últimas colonias. Guerras en las que, una vez más, el pueblo español lo dio todo a cambio de nada. Donde murieron miles de españoles por y para nada. Los problemas que se hubieron podido solucionar -y de hecho se solventaron- en despacho y gabinetes, tuvieron como consecuencia la muerte innecesaria y romántica de demasiada gente. Baler o Santiago de Cuba demostraron una vez más, que había más pueblo que dirigentes en España.
8.- La Restauración, el turno… y la Guerra Civil
Parece que hemos alcanzado un sistema civilizado de gobierno. Por primera vez España atraviesa un largo período en el que las diferencias entre españoles no se solventan a garrotazos. La literatura se puebla de historias sobre la vida civil, el desarrollo, el comercio… pero también sobre cesantes, soldados retornados de las colonias o enviados a África y polarización social. En ese caldo de cultivo, se empiezan a leer textos venidos de fuera, en los que se predica y se propaga el virus que siempre nos ha infectado: el anarquismo.
9.- ¿Dos Españas o la eterna España?
Después de una desmoralizante guerra de descolonización en África, en la que una vez más España pone los muertos y Francia cobra los beneficios; después de un relativamente pacífico cambio de la Monarquía a la República y de la secularización del estado, parece que podemos emprender un nuevo camino de paz y concordia. Sin embargo, los que venían a liberarnos de los amos, se hicieron amos; los que traían la libertad de prensa prohibieron la prensa libre; y los que predicaban la sublevación aplastaron la sublevación. Que nadie se engañe: ni gobierno legítimo de la República, porque estaba compuesto por los mismos que se habían sublevado contra la República en1934, ni intento de golpe de estado por parte de cuatro militares africanistas. La guerra estaba en las calles mucho tiempo antes del 18 de julio de 1936. Esto es España.
10.- Amnistía, perdón, reconciliación… y Memoria Histórica
Después del gran salto adelante que supusieron los últimos años del franquismo y la creación de una inmensa clase media, los discursos triunfalistas, tanto de vocación imperial como de vocación revolucionaria, han dejado de interesar a una inmensa parte del pueblo español. A todo el que queda fuera de la universidad, del único partido y del único sindicato que en la práctica militaban en el antifranquismo: CCOO y el Partido Comunista de España. Es el momento de la reconciliación, de la transición pacífica a la Democracia. El momento en que el Régimen se hace el hara kiri, representado en las Cortes de Franco votando la Ley de Reforma Política. Desde entonces hasta el 11 de marzo de 2004, y por primera vez en más de un siglo, los españoles miramos juntos al futuro, remamos todos en la misma dirección… y asombramos al mundo.
Precio
130 € por trimestre (incluye documentación)
Requisitos
Interés por la Historia y la política actual.
Lugar
C/ Calle Magnolias, 98 (esquina General Aranda)
28029 Madrid
Teléfonos: 912 81 06 06 / 699 90 07 47
Cómo llegar
Metro: Plaza Castilla, Ventilla (líneas 1, 9, y 10)
Autobuses: 67, 124, 134, 135, 147, 173, 176, 177 y 178