La enseñanza de la Filosofía en Bachillerato requiere del profesor que sea capaz de conseguir que el alumno adopte una actitud crítica y reflexiva, coherente, y que pueda analizar textos filosóficos.
El profesor de esta asignatura se enfrenta a varios retos, nada desdeñables: no solamente debe cumplir los objetivos mencionados; también ha de saber desarrollar los contenidos exigidos de forma que sus alumnos alcancen cierta autonomía para el estudio y sepan distinguir qué escuelas se guían por planteamientos verdaderos y cuáles no. Ha de inculcarles unas pautas que sirvan de guía al estudiante durante su vida.